
Como un barco sin faros en la noche
en las fauces de un mar embravecido,
como una hoja dorada de otoño
en el vendabal de un remolino,
Sin rumbo.
Como el humo de un fuego apagado,
tras los tejados se esfuma,
Como el petalo caido de la rosa marchita,
sin perfume se ahoga.
Sin rumbo va.
Como la golondrina que emprendio el vuelo
perdio el camino,
Como el sol se pone cada tarde rindiendose
al inebitable destino.
Sin rumbo va mi vida.
Como a nado llego a la encruzijada
de caminos entrelazados
me hunde,me empuja
y sin rumbo va mi suerte.
Decidir uno u otro,
elegir.
Y a medio camino regresar,
volver.
Y llegar de nuevo a la temible encruzijada.
Y elegir,
y a medio camino regresar,
volver,
y repetir una y otra vez
hasta encontrar mi rumbo.